Se acerca el fin de año y muchas personas aprovechan la ocasión para pedir deseos de año nuevo o intenciones para esta nueva etapa que se avecina. Es un nuevo comienzo y claro que es bueno desear, anhelar y tener propósitos o intenciones para el nuevo año, sin embargo dentro de esta tradición está inmersa una creencia limitante, la creencia es que los deseos se hacen realidad gracias a una fuerza externa y ajena a nosotros.
Piénsalo bien, cuando al finalizar el año pides deseos, ¿De qué depende que se hagan realidad?
En mi opinión, creer que los deseos son concedidos por una fuerza externa a ti, te pone en la posición o el papel de víctima, es decir las cosas te pasan, sean buenas o malas, son cosas que te suceden a ti, no son consecuencia de tus actos y por eso no eres responsable de tu realidad ❌ error!!.
La realidad es que si no te propones Metas, no podrás desarrollar un plan de acción coherente que te permita lograrlas. Observa la diferencia, lograr una meta es la consecuencia de tus actos organizados y enfocados hacia ese logro. Por lo tanto asumes la responsabilidad y también el mérito de lograr tus metas.
Desear es como montarte en un barco y cruzar los dedos para que el viento y la marea te lleven a un lugar específico sin tomar el timón.
Plantearte una meta es subirte a ese barco, tener un GPS y establecer un punto de destino (meta) y una ruta de navegación (plan de acción) tomar el timón y permanecer atento a los cambios del viento, de la marea y del clima. Es posible que atravieses tormentas y en esos momentos es dónde te aferras al timón y te guías con tu GPS.
Ahora que sabes esto, ¿Quieres establecer tus metas y tu plan de acción para el 2021? En los próximos días estaré compartiendo las estrategias que yo utilizo y que me han funcionado cada año para lograr más y más metas.
Con amor,
Carmen Cristina
@carmencinspira